Las cloacas. Jueces que se dedican a hacer política. Policías que se corrompen por el dinero o por vocación ideológica. Políticos que se camuflan entre los detalles de un gran caso de corrupción. Y en mitad de todo ese torbellino, periodistas. Algunos muy buenos, otros muy malos. Cada uno con sus filias y sus fobias, sus jefes y sus lectores, su vocación y su fin de mes.
Hablamos con Pedro Águeda, periodista de investigación en elDiario.es, que está en primera línea de fango, cuyo trabajo consiste en meterse hasta el fondo y salir limpio, rodeado de todo tipo de ...